Apenas pocas horas de experiencia bastaron para que ella tomara una decisión definitiva, sin vuelta atrás. Una mujer renunció el primer día de trabajo después de haberse enterado que la empresa le imponía una restricción. La historia atrajo la atención de millones de usuarios.

La autora de este relato es conocida en las redes como @croissantwoman. Esta joven de 20 años, que vive en Canadá, publicó a través de su cuenta un video suyo hablando sobre el tema laboral.

Ella contó que el episodio sucedió el pasado 11 de enero. Ese día, comenzó a desempeñarse como vendedora en una tienda. De acuerdo a su explicación, la contrataron bajo modalidad full-time (ocho horas), con un sueldo mínimo

No representaba mucho dinero, pero era un trabajo. Así que entré al local y una señora me capacitó. Era muy simpática, me abrió la puerta y comenzó a enseñarme a manejar la tienda, apagar la alarma (…)”, aseveró.

A continuación, recordó @croissantwoman, aquella persona le mencionó que debía cumplir con otras tareas adicionaleslas cuales no estaban estipuladas de antemano. Por ejemplo, se encargaría de controlar el dinero de la caja registradora, chequear el correo electrónico del negocio y manejar los envíos de paquetes comprados por la web, entre otras responsabilidades. 

Enseguida, la joven preguntó asombrada si en verdad tenía que cumplir con esos trabajos extra. “Sí, los vendedores se ocupan de esto, se trata de lo que tu debes hacer“, le contestó la mujer.

“Si querían que hiciera estas cosas extra, realmente no era un problema para mí. Pero me estaban pagando el salario básico cuando tendría que cobrar como mínimo uno o dos dólares más por hora por hacer eso”, aclaró @croissantwoman al respecto.

Pese a haberse percatado de las tareas extra, la joven optó por seguir adelante. “Incluso con esa novedad, reflexioné: ‘Bueno, un trabajo es un trabajo‘. Yo ya sabía cómo hacer todas estas cosas adicionales, por lo que no sería un gran problema“, aseguró.

La restricción de la empresa

Sin embargo, @croissantwoman puso el grito en el cielo cuando se enteró de un impedimento: no podía tomarse una pausa en ningún momento. “No tenía descansos durante las ocho horas de trabajo“, afirmó la joven, quien agregó que el resto de los empleados de la empresa tampoco contaban con esa posibilidad.

La joven concluyó la jornada laboral y se subió a su auto para volver a casa. “Me metí en el coche y me dije a mí misma ‘prueba una semana más de trabajo‘”, manifestó. Sin embargo, unos minutos más tarde tomó la determinación de renunciar.

“Odio renunciar, no soy de las personas que renuncian. Pero en el auto pensé: ‘Nunca más quiero volver allí‘. Y no es que le tire odio a la empresa (…) Creo que todo el mundo que conocí ahí resultó muy agradable, pero ¿Cómo pueden esperar esto de mí? Vamos… Fue demasiado que me pagaran el salario mínimo, el salario mínimo”, expresó indignada.

El video de @croissantwoman sumó más de 3.1 millones de reproducciones. La mayoría de los usuarios apoyaron su decisión y le dejaron mensajes positivos.

El Gobierno de Canadá informó que los trabajadores de su país tienen derecho a un descanso de al menos 30 minutos. “El Código prevé al menos una pausa cada 5 horas consecutivas de trabajo, de una duración mínima de 30 minutos. Esencialmente, la pausa debe tomarse antes de que se cumplan las 5 horas (4,5 horas de trabajo y 30 minutos de pausa). Por tanto, la pausa no puede dividirse (por ejemplo, en dos pausas de 15 minutos)”, comunicaron en su página web.