Invertir en formar ejecutivos con verdadero liderazgo es un imperativo en la actualidad. Pero también retener a los buenos líderes, porque la pérdida de talento valioso a menudo se debe a malos liderazgos.

Forjar habilidades de liderazgo no es algo que se logre rápido. Desde la universidad necesitas combinar la teoría con la práctica. Es en esta etapa donde empiezas a acumular experiencias valiosas que, a largo plazo, te dan seguridad y abren mejores oportunidades a futuro (creces en experiencia y creces en confianza). Pero la formación en liderazgo no se acaba cuando terminas la universidad. Incluso en la vida laboral, seguir aprendiendo y acumulando experiencia de liderazgo es clave.

No importa en qué nivel estés, siempre hay espacio para mejorar y aprender. Las cualidades esenciales para un buen liderazgo incluyen empatía, saber escuchar, alinear propósitos y trabajar con objetivos claros. Hoy en día hay una falta de líderes en el mundo, así que invertir en formar ejecutivos con verdadero liderazgo es imperativo. También es vital retener a los buenos líderes, porque la pérdida de talento valioso a menudo se debe a malos liderazgos.

El estudio Talent Trends 2024 de Page Executive muestra que casi la mitad de los ejecutivos y líderes senior están buscando nuevos roles. Aunque buscan trabajo un poco menos que el resto de la fuerza laboral, menos de uno de cada diez está completamente cerrado a nuevas oportunidades.

Los ejecutivos y líderes senior valoran algo más que un buen salario, quieren trabajar en organizaciones con una fuerte cultura, un liderazgo inspirador y un compromiso genuino con la ética y el propósito. Estos factores son los que realmente los atraen.

Cuando consideran un nuevo rol, los líderes senior valoran principalmente la cultura de la empresa, el equipo de liderazgo y la ética y valores de la empresa. Los ejecutivos tienden a sentirse más apreciados por sus colegas y líderes superiores en comparación con los empleados en general.

Reconocer las contribuciones y el valor de los miembros del equipo es una forma eficaz de crear un ambiente de trabajo positivo que fomente la permanencia y el crecimiento de los empleados dentro de la empresa, pues un buen líder sirve a los demás y deja de lado el protagonismo.

Un dato interesante del estudio es que casi la mitad de los ejecutivos está dispuesto a rechazar una promoción si esto compromete su bienestar general. Esto confirma que la salud mental y el bienestar son factores cruciales en las decisiones de carrera. Incluso una proporción significativamente mayor de líderes senior con discapacidades prioriza el autocuidado sobre la promoción, lo que indica que las organizaciones aún tienen trabajo por hacer para crear un entorno equitativo para todos sus ejecutivos.

Dicho esto, un buen líder también es el que evita que vayas por el camino fácil, el que pone límites y el que corrige el rumbo cuando hay que hacerlo. Provoca esos momentos incomodos, intercambio de ideas que ayudan a ver una perspectiva diferente y a cuestionarte para aprender y poder ver una visión diferente.

En cuanto al bienestar, las culturas en empresas internacionales con un gobierno corporativo fuerte están a la cabeza, sean europeas, americanas, mexicanas, asiáticas, etc., esto debido al proceso que ya han vivido de entender y ponerse en los zapatos de otras culturas y gracias a su alta movilidad global. De todos modos, vemos un gran movimiento en empresas familiares poco institucionales a interesarse cada vez en el bienestar de los empleados y colocarlo como una parte central de su cultura para mantenerse competitivas.

Los aspectos más importantes de la cultura empresarial para la satisfacción laboral incluyen: seguridad laboral, salarios competitivos, equilibrio entre trabajo y vida personal, gratitud y reconocimiento, empatía, trabajo en equipo, oportunidades de progresión profesional pero lo más importante tener un objetivo en Común. Y para muchos líderes estos factores no son negociables.

En tiempos volátiles actuales, liderar es un arte que exige a los empleadores una propuesta de valor muy clara y un propósito compartido. Pero ser un líder memorable también implica que la persona no deje de buscar su mejor versión a través de experiencias laborales, mentoría, programas de coaching y un constante deseo de aprender y adaptarse y de guiar a y por su gente. La clave para retener y atraer a estos líderes radica en reconocer su valía, apoyar su bienestar y ofrecerles un ambiente donde puedan crecer y prosperar.